jueves, 13 de septiembre de 2012

El Valle de las Brujas

Hace algún tiempo que me interesé mas activamente por las ancestrales historias de brujas en el Valle de Agaete. Hoy, rescaté de mi agenda un breve resumen de algunas de esos relatos de antaño.

Como en las películas mas fantasiosas, una vecindad sufre la maldición de una bruja. Ésta no deja de atormentar a los vecinos con sus constantes burlas. Pero comencemos contando como  hemos llegado hasta éste punto.

Cuenta la leyenda que hace ya bastantes años, una bruja salió con sus amigas durante la noche. Era muy importante no entretenerse ya que si salía el sol sin estar en casa, corrían grave peligro. Esa noche la fiesta se alargó mas de lo previsto y nuestras protagonistas regresaron en el ocaso. Ante esto, corrieron hasta ocultarse tras una tunera. Un pastor que pasaba por la zona las vió, al percatarse de su presencia comenzó a hacerle preguntar sobre un familiar que había tenido que emigrar a Cuba y del que no tenía noticias, a una de ellas. Ésta, a medida que el hombre le iba haciendo preguntas se iba debilitando mas y mas, fue entonces cuando maldijo a el Valle de Agaete.

Hasta aqui la parte de leyenda, vamos ahora a hablar de hechos extraños e inexplicables que sucedieron a partir de entonces en aquella zona de campo.

Un hombre del campo, bisabuelo paterno de un servidor, acudía cada día por un estrecho camino de tierra, entre fincas, a sus labores campestres. A la vuelta solía sentarse junto a un antiguo pozo, aún existente, a fumarse un cigarro, un mecánico de la época. Era entonces cuando, con bastante frecuencia, escuchaba en una cadena* que se encontraba junto al pozo como varios caballos corrían y relinchaban. Al asomarse, no había rastro alguno de caballos y todo permanecía en orden. 

Y la cosa no acaba ahí, porque también mis abuelos paternos sufrieron las inocentadas de las brujas. En este caso ellos junto a su casa tenía un alpendre con cabras. Estando una de ellas a punto de dar a luz, una noche escucharon lamentos de unos baifos y al asomarse a la ventana pudieron ver a la cabra con varios baifos a su alrededor. Rápidamente bajaron hasta el lugar y la sorpresa fue mayúscula, ya que en el sitio no habían baifos y la cabra ni siquiera había dado a luz.

Otra de esas historias cuenta como en la zona cercana a El Sao, la parte mas alta de El Valle, una señora escuchó pasar caballos por delante de su casa, al asomarse pudo ver estupefacta como los jinetes que iban sobre aquellas bestias eran mas altos que los muros de la vivienda.

Así un largo etcétera de relatos y leyendas sobre apariciones y desapariciones en un lugar que a día de hoy sigue conservando su magia.


Cadena: Terreno

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